(Fuente LA VOZ DE LOS BARRIOS) – Desapareció durante el gobierno títere de José María Guido el 23 de agosto de 1962. Felipe Vallese tenía 22 años.
La represión que se desató después del golpe de Estado de 1955 fue bestial. Las persecuciones, las prohibiciones de los nombres de Perón y Evita y de todos los símbolos peronistas, la destrucción de los bustos y las estatuas referenciales al gobierno popular derrocado, el miedo y el terror impuesto por el toque de queda, las prisiones arbitrarias y los fusilamientos, eran de una magnitud jamás vista.
Rojas y Aramburo responsables del golpe de 1955
Los peronistas lejos de amilanarse por esos asesinatos reaccionaron en silencio. En la clandestinidad se fueron formando grupos insurreccionales de trabajadores que fueron conformando facciones de resistencia, tal el ejemplo del “Comando General Valle”, en honor a quien por orden de Pedro Eugenio Aramburo fuera fusilado en la antigua penitenciaría de calle Las Heras.
Fusilamiento del General Valle por orden de Pedro Eugenio Aramburu
El peronismo en general no tenía experiencia opositora ni cuadros políticos que desarrollen estrategias de luchas. La dictadura militar en un análisis de correlación de fuerzas razonaba que ante la represión generalizada el peronismo se disgregaría y más aún, aislado del “tirano” moriría sin pena ni gloria.
Perón rumbo al exilio
La Revolución “Fusiladora” no previó que el peronismo podía reciclarse. Se equivocó en pensar que caería por su propio peso burocrático robustecido por la ortodoxia peronista que había cobrado fuerza tras la muerte de Evita. Nacía así, un nuevo peronismo, más arrojado, más vehemente, más negociador, que mantendría a las masas en la expectativa de la vuelta del líder.
Esa metamorfosis hizo que germinara una juventud peronista con visibles pretensiones de autonomía, inocencia revolucionaria y mística combativa… En ese entorno creció Felipe Vallese, quien a los 15 años había estado en la Plaza para defender a Perón durante el bombardeo.
Con 19 años recién cumplidos entró a trabajar en la fábrica metalúrgica TEA S.R.L. Cuatro meses después fue elegido Delegado de los trabajadores, puesto que ejerció durante cuatro años hasta el día de su secuestro.
Elsa Ernestina Ibañez era una mujer de 44 años que la noche del 23 de agosto venía caminando por Canalejas entre Donato Álvarez y Trelles rumbo a su domicilio. A mitad de cuadra antes de llegar a Trelles vio a Felipe vistiendo una campera con cuello de piel a quien conocía perfectamente por razones de vecindad.
Yo estaba a unos tres metros, dijo Elsa ante el Juez, cuando se le abalanzaron alrededor de ocho hombres y lo primero que preguntó Felipe era “por qué lo querían llevar” mientras que se aferraba a un árbol con fuerza. Lo tomaron de los pelos de la nuca y lo golpearon dos veces contra la planta por lo cual se golpeaba la cara y recibió otro golpe con un arma. Vallese se soltó del árbol mientras gritaba y lo arrojaron violentamente dentro de una camioneta de color gris que estaba estacionada a un metro de donde se produjo la agresión…
El Gremio de Felipe Vallese no escatimó esfuerzos por su Delegado desaparecido
Esa misma noche lo vieron en la Comisaría de San Martín herido en la cabeza y muy torturado. De madrugada se lo llevaron con rumbo desconocido.
Salón de la CGT «Felipe Vallese»
A pesar de la interminables diligencias que realizó la Unión Obrera Metalúrgica, las reuniones con ministros y Jefes de Policía, las Habeas Corpus y los allanamientos a comisarías y hospitales. A pesar del ofrecimiento de recompensa por parte del entonces Secretario General de la UOM, Augusto T. Vandor y la movilización de la Juventud Peronista, Felipe Vallese aún continúa desaparecido…