EL PROYECTO MUNDIAL DE LA MINORÍA MULTIMILLONARIA II

(Por el Lic. Carlos A. Wilkinson) – A los dos propósitos de la minoría multimillonaria occidental detallados en la nota anterior – ampliar su concentración de poder y riquezas y aumentar su influencia en la opinión pública mundial – debemos agregar otros que iremos describiendo en esta nota y la siguiente, para obtener, de ese modo, una configuración general de su proyecto mundial.

Uno de estos objetivos consiste en redefinir profundamente, en la teoría y en la práctica, el papel que tradicionalmente se le ha adjudicado al Estado. De hecho, la concepción del Estado como el organismo político central encargado de procurar el bien común, es rechazado por la minoría multimillonaria. Para ella es el organismo público de los pobres, a quienes protege y promueve. De manera que hay que debilitarlo en el cumplimiento de esa función y desarrollar su capacidad para asegurar los capitales concentrados y el funcionamiento oligopólico de los mercados, encuadrándolo conceptualmente como el organismo público encargado de proteger y promover la libertad económica de individuos y empresas. Tal transformación de la institución política central del mundo moderno, implica un cambio muy profundo en la estructuración de la sociedad en su conjunto, ya que supone modificaciones significativas en las relaciones de los distintos sectores sociales con el Estado y entre si. Algunas acciones encaminadas a lograr dicha transformación, son la eliminación de todos los programas de ayuda a las poblaciones vulnerables, el debilitamiento o la directa anulación de los ámbitos del aparato estatal dedicados a registrar las necesidades sociales y a promover el desarrollo de poblaciones carenciadas, la eliminación de las normativas y mecanismos que facilitan el ascenso económico de regiones o sectores sociales deprimidos, así como, por el contrario, favorecer muchas y nuevas formas de acceso a la propiedad y al crédito a los grupos de capital concentrado y establecer normativas simplificadoras para su desenvolvimiento, progreso y crecimiento.

Otro propósito, complementario pero diferente del anterior, consiste en desarticular las organizaciones populares que tengan o puedan tener un poder de decisión importante en el funcionamiento de las sociedades o de los Estados, así como impedir la coordinación entre ellas. Lo que significa, lisa y llanamente, imposibilitar el ejercicio real de la libertad – personal y grupal – por parte de los miembros de la sociedad. El dictado de normativas sobre el funcionamiento de las organizaciones incumplibles, o de muy difícil cumplimiento, la obstrucción de los medios utilizados por ellas para obtener recursos, el control administrativo-policial permanente de sus actividades y el desarrollo de demandas jurídico-estratégicas contra la participación pública, son algunas de las acciones dirigidas a cumplir este propósito.

Por último, un tercer propósito u objetivo, es organizar y manejar una red de vinculaciones entre los Estados transformados y las sociedades anuladas en sus organizaciones populares, de manera que se apoyen y refuercen mutuamente. La configuración y consolidación de entidades regionales o mundiales integradas por dichas sociedades y Estados, será una de las formas de conseguir este objetivo. El establecimiento en ellas de mecanismos de conducción que respondan a la minoría multimillonaria occidental, otra. A estas acciones de carácter institucional, se agregan múltiples modalidades de conexión virtual entre dichos Estados y sociedades, con los grupos concentrados de capital; de manera que el intercambio informativo entre ellos sea compartido además de muy amplio, y la planificación compartida de acciones conjuntas, resulte no solo posible, sino además, efectiva.

Con los propósitos y objetivos que describiremos en la próxima nota, tendremos un panorama bastante completo de la estructura del proyecto mundial de la minoría mutimillonaria occidental.