Este jueves 10 de abril, Argentina es testigo de una huelga general de 24 horas convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la central obrera más representativa del país. Esta medida de fuerza, la tercera desde la asunción del presidente Javier Milei, refleja el profundo malestar de los trabajadores frente a las políticas económicas implementadas por el actual gobierno.
Alcance y adhesión sindical
La convocatoria ha recibido el respaldo de más de 40 gremios clave, incluyendo sectores como transporte, bancos, salud y educación. La adhesión de sindicatos del transporte, como la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y La Fraternidad, garantiza una paralización casi total de los servicios de colectivos y trenes. Además, gremios de la industria y la construcción, como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la UOCRA, se suman a la medida, asegurando un impacto significativo en la actividad productiva del país.
Motivos del paro y contexto económico
La CGT fundamenta esta huelga en el rechazo a las políticas económicas del gobierno de Milei, que, según denuncian, han provocado una caída del poder adquisitivo de los salarios, aumento del desempleo y desfinanciamiento de áreas clave como la salud y la educación. La central sindical critica especialmente los intentos oficiales de limitar las negociaciones paritarias y la falta de medidas para proteger a los sectores más vulnerables, como los jubilados.
Declaraciones a favor y en contra
Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, expresó: “Estamos atravesando un escenario donde las políticas oficiales golpean de lleno a los sectores del trabajo y a los más vulnerables”. Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, desestimó la medida, calificándola como una acción política destinada a “dañar al Gobierno”. Adorni afirmó que “no hay nada que amerite un paro” y acusó a los líderes gremiales de buscar intereses propios.
Impacto en sectores estratégicos
La huelga afecta a sectores estratégicos de la economía. Por ejemplo, en el polo agroportuario de Rosario, los barcos transportando granos y productos agroindustriales no podrán atracar ni zarpar debido a la adhesión de sindicatos marítimos, lo que impacta significativamente en el comercio exterior del país.
La jornada de paro nacional evidencia el creciente descontento de los trabajadores argentinos frente a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La masiva adhesión sindical y el impacto en sectores clave subrayan la urgencia de un diálogo entre el Ejecutivo y los representantes del movimiento obrero para abordar las demandas y buscar soluciones que protejan el empleo y el poder adquisitivo de la población.