Miles de trabajadoras y trabajadores se movilizaron este martes en la Ciudad de Buenos Aires convocados por la Confederación General del Trabajo, en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajador. La cita fue a las 15 horas en la intersección de Avenida Independencia y Lima, desde donde partió una masiva columna que expresó el rechazo sindical a las políticas del Gobierno Nacional.
En un contexto de creciente malestar social y deterioro del poder adquisitivo, la CGT encabezó una marcha en defensa del empleo, la negociación colectiva y el rol del Estado como garante de derechos. “El ajuste lo están pagando los que menos tienen”, advirtieron los dirigentes gremiales en el comunicado difundido antes de la movilización, en el que se subraya la preocupación “por la situación social, económica y laboral que estamos atravesando”.
El reclamo fue claro: paritarias libres, aumento de emergencia para jubilados, generación de empleo genuino, fin de los despidos y de la represión a la protesta social. La central obrera también denunció el desmantelamiento del Estado, la paralización de la obra pública, la desfinanciación de la educación y la salud, y la amenaza de privatización de empresas estratégicas como el Banco Nación y Aerolíneas Argentinas.
Durante la jornada, los manifestantes —trabajadores activos y jubilados, estatales, del sector privado, de servicios y de la industria— coincidieron en un mismo mensaje: “Este 1° de mayo no es solo para recordar conquistas, sino para defenderlas con firmeza”. La marcha fue también una respuesta al modelo de gestión económica “estrictamente monetarista” que, según la CGT, “profundiza la desigualdad, posterga el desarrollo nacional y debilita la soberanía”.
“La deuda externa la pagan los de siempre”, dijo un delegado del sector energético, mientras levantaba una bandera celeste y blanca en defensa del trabajo argentino. El clima fue de unidad, firmeza y movilización, sin actos partidarios pero con fuerte contenido político.
El Día del Trabajador encontró a la CGT en la calle, junto a sus bases, reafirmando su compromiso histórico con los derechos laborales y la justicia social. La consigna de la marcha sintetizó el espíritu de la jornada: “Marchamos para darle voz y fuerza al reclamo de las trabajadoras y los trabajadores”.