LOS TRABAJADORES DE TELECOMUNICACIONES PROFUNDIZAN SU LUCHA CONTRA LOS DESPIDOS ENCUBIERTOS Y LA FLEXIBILIZACIÓN LABORAL

El conflicto en el sector de las telecomunicaciones continúa escalando, con los trabajadores redoblando su lucha contra los despidos encubiertos y las políticas de flexibilización laboral impulsadas por el gobierno nacional. Según declaraciones del secretario general de FOEESITRA (Federación de Obreros y Empleados de Empresas de Telecomunicaciones), la situación es crítica y se están tomando medidas judiciales para resistir los embates que afectan a miles de empleados en todo el país.

En una entrevista exclusiva con el medio El Delegado, el dirigente sindical denunció que el problema con la empresa Telecom y otras grandes operadoras del sector, como el Grupo Clarín, se agrava día a día. “Lo que ellos llaman retiros voluntarios son, en realidad, despidos encubiertos. Están apretando a los compañeros para que se acojan a esta modalidad, generando un clima de incertidumbre y miedo”, expresó.

Durante el mes de julio, más de 400 trabajadores habrían sido forzados a aceptar estos retiros, una medida que apunta a reducir drásticamente la planta de personal, según la denuncia de FOEESITRA. “El ajuste y la reducción de personal es una estrategia común de empresas como el Grupo Clarín en todos sus frentes. Estamos tratando este tema con la CGT, y también analizamos la situación de ARSAT, que, si no se encauza de manera adecuada, va a desencadenar un conflicto mayor con medidas de fuerza que se irán profundizando”, explicó el sindicalista.

El conflicto con ARSAT y la postura del gobierno
La situación en ARSAT, la empresa estatal encargada de gestionar los satélites y redes de telecomunicaciones del país, es especialmente delicada. Los trabajadores de la compañía llevan meses en conflicto, con las negociaciones prácticamente estancadas. Según el secretario general de FOEESITRA, el gobierno nacional busca encuadrar a los empleados de ARSAT bajo la categoría de empleados públicos, lo que implicaría sacarlos del convenio de los telefónicos y, en consecuencia, quitarles varios derechos adquiridos a lo largo de los años.

“Hemos agotado todas las instancias de diálogo, pero la postura del Estado sigue siendo rígida. Insisten en tratar a los trabajadores de ARSAT como empleados públicos, lo que es inaceptable. Nos están quitando derechos esenciales y laborales que estos compañeros han conquistado. Ahora, la Justicia Laboral tendrá que definir este problema”, sostuvo el dirigente.

Ante la falta de respuestas por parte del gobierno, el sindicato ya está preparando nuevas acciones y medidas de fuerza. “No solo estamos luchando por los compañeros de ARSAT, sino también por los de Telecom y el Grupo Clarín. La unidad del movimiento obrero es fundamental en este momento. No podemos permitir que el ajuste y la flexibilización destruyan nuestros puestos de trabajo”, advirtió el representante gremial.

Medidas judiciales y unidad sindical
La judicialización del conflicto es una de las principales herramientas a las que recurren los trabajadores, pero desde el gremio advierten que las movilizaciones y paros serán inevitables si no se encuentra una solución. “La Justicia laboral será clave, pero sabemos que esto puede llevar tiempo. Por eso, no descartamos la intensificación de las medidas de fuerza, porque no vamos a permitir que continúen con estos despidos encubiertos y ataques a nuestros derechos”, subrayó.

En este escenario, la CGT ha manifestado su respaldo a los trabajadores de las telecomunicaciones y ha destacado la necesidad de mantener la unidad frente a las políticas de ajuste que afectan al sector. “El rumbo de ARSAT deberá definirse en breve, porque de lo contrario, el conflicto será cada vez más grande. Lo que está en juego es el futuro de miles de trabajadores”, concluyó el secretario general de FOEESITRA.

Mientras tanto, la tensión en el sector continúa creciendo, y la atención está puesta en las próximas decisiones tanto del gobierno como de la Justicia. Los trabajadores, por su parte, permanecen firmes en su lucha por la defensa de sus derechos y la estabilidad de sus puestos de trabajo, en un contexto económico que no da tregua.