En un comunicado difundido en las últimas horas, el Cuerpo de Delegados y la Comisión Ejecutiva del FFCC Sarmiento, en representación de las y los trabajadores del sector, ha manifestado su enérgico rechazo a la creciente campaña que, desde diversos medios y redes sociales, promueve la privatización del servicio ferroviario como la solución a los problemas de transporte que afectan a miles de usuarios diariamente.
“Sabemos que la desidia, la corrupción y las víctimas fatales de Once dejan bien en claro que la privatización fracasó”, afirmaron los representantes gremiales, refiriéndose al trágico accidente de 2012 en la estación de Once, que dejó 51 muertos y cientos de heridos. Para los trabajadores, este lamentable episodio es una prueba contundente de que la transferencia de los servicios públicos al sector privado no solo no ha resuelto los problemas históricos del sistema ferroviario, sino que ha agravado sus falencias.
Lejos de señalar a las y los trabajadores como responsables de la deficiencia del servicio, el comunicado apunta directamente a la jefatura de Trenes Argentinos y a las políticas implementadas por el gobierno. “El accidente del FFCC San Martín dejó en claro que urge invertir y resolver problemas gravísimos en las señales, las vías, y el material rodante”, subrayaron, en alusión al reciente siniestro en el Ferrocarril San Martín, que volvió a encender las alarmas sobre las condiciones en que opera el sistema ferroviario.
La situación actual es descrita como crítica: un cronograma reducido de trenes, pasajes más caros y un sistema de señales obsoleto y peligroso. Según los delegados, los trenes operan bajo un “rompecabezas de alto riesgo”, donde conviven sistemas de señales de origen inglés de 1940, francés de 1980, y tecnologías de Estados Unidos, Japón, Alemania, y ahora, China, que son incompatibles entre sí. Este caos tecnológico ha llevado a que las formaciones tarden hasta 30 minutos más en completar sus recorridos, generando un impacto directo en la calidad del servicio.
El malestar entre los usuarios es palpable. Viajes largos y agobiantes, coches abarrotados y demoras interminables en los pasos a nivel, donde automovilistas y peatones pueden llegar a esperar hasta 45 minutos con las barreras bajas, son el pan de cada día. “¿Cómo el público no se va a enfurecer y creer que la privatización es la salida con tanto maltrato?”, se preguntan los trabajadores, aunque advierten que el problema de fondo no radica en la gestión pública, sino en la falta de una verdadera solución estructural.
En este sentido, el FFCC Sarmiento lanzó un llamado urgente a las direcciones nacionales de los gremios ferroviarios para que rechacen lo que denominan “el plan motosierra del gobierno”, que incluye despidos, privatización y precarización laboral. Los trabajadores exigen la reestatización de todos los ferrocarriles, pero bajo un control compartido entre trabajadores y usuarios, como única vía para garantizar un servicio eficiente y seguro.
El debate sobre el futuro del sistema ferroviario argentino se reaviva una vez más, mientras miles de usuarios continúan padeciendo un servicio que, lejos de mejorar, parece estar en caída libre.