LAS CONTRATACIONES EN EMPRESAS TOCARON EN MAYO EL PEOR NIVEL EN MAS DE 20 AÑOS

Solo en plena crisis en mayo de 2002 (1,2%), y en mayo de 2020 por influencia de la pandemia (0,4%), las contrataciones tuvieron un nivel inferior al actual. En términos interanuales, la tasa de entrada tuvo una contracción de 0,7 puntos porcentuales, así lo reflejó el informe “Encuesta de Indicadores Laborales (EIL)”, un informe oficial elaborado por el Ministerio de Capital Humano.

La tasa de salida -desvinculaciones con relación a la dotación inicial- muestra también una caída en relación con el mes pasado y con el mismo mes del año anterior (1,7%). El comportamiento de las incorporaciones y desvinculaciones de personal observado en este mes de mayo de 2024 resulta habitual en contextos de caída de la actividad económica.

El ajuste del nivel de empleo obedece principalmente a la reducción de las incorporaciones de personal; las desvinculaciones, ya sean por renuncias o por despidos, son factores explicativos secundarios de la caída del empleo registrado privado.

Las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses se ubican en 0%, un valor por debajo del mes de abril (0,4%); es decir que, a pesar del contexto recesivo, se vislumbra un escenario sin cambios en términos de empleo. Este indicador surge de la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirla: el 4,2% de las empresas declaran que harán cambios en sus dotaciones en los próximos tres meses (el 2,1% espera aumentar la dotación y el 2,1% estima que la reducirá).

El porcentaje de empleo suspendido —medido a través de las empresas que aplican suspensiones y la cantidad de suspensiones cada cien trabajadores— es levemente inferior al del mes pasado y continúa presentando valores inferiores a los de los años previos a la pandemia.

Tras haber alcanzado un máximo histórico de 8,8% en mayo de 2020, la proporción de trabajadores suspendidos descendió para ubicarse, hasta septiembre de 2023, en valores bajos oscilantes alrededor de 0,3%. Sin embargo, a partir de octubre de 2023 se observa un paulatino ascenso, hasta alcanzar al 0,7% en mayo de 2024. A pesar de esta suba, la incidencia de las suspensiones continúa exhibiendo valores similares a los verificados en los años previos a la pandemia.