El drama económico que golpea a los argentinos no da tregua. La política de ajuste brutal del gobierno de Javier Milei sigue hundiendo a las familias en la desesperación. Según los datos oficiales del INDEC, una familia tipo necesitó en febrero $1.057.923 para no caer en la pobreza, una cifra que desnuda la crisis que atraviesa el país.
Mientras la inflación sigue devorando los ingresos, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) se aceleró un 2,3% respecto de enero, cuando había aumentado un 0,9%. La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el nivel de indigencia, también trepó sin freno y fijó el umbral en $151.491 por persona.
Estos números reflejan el deterioro constante del poder adquisitivo. En un año, la CBT aumentó un 53,1% y la CBA un 45%, dejando en evidencia que los salarios no logran seguir el ritmo de los aumentos. Solo en lo que va del año, la suba acumulada es del 4,2% para la CBA y del 3,3% para la CBT.
La situación es aún más dramática cuando se analiza el costo de vida por persona. Para no ser considerado pobre, un adulto necesitó en febrero $342.370, apenas veinte pesos más que en enero, un dato que expone la falta de reacción de los ingresos frente al ajuste feroz del Gobierno.
Con una economía en caída libre, sin políticas de contención y con una recesión que asfixia a los sectores más vulnerables, el futuro de millones de argentinos es cada vez más incierto. Mientras tanto, desde la Casa Rosada siguen defendiendo el ajuste sin contemplaciones, dejando en el camino a miles de familias que ya no logran llegar a fin de mes.