El pronunciamiento de la central obrera se inscribe en un contexto de creciente tensión con el gobierno nacional, que ha impulsado diversas estrategias para avanzar en una reforma laboral. La CGT ya ha encontrado en el fuero laboral una vía alternativa para canalizar sus reclamos contra disposiciones del oficialismo, lo que refuerza su postura de resistencia ante lo que consideran un avasallamiento de derechos.
La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (CNAT) se manifestó en una acordada extraordinaria en contra del fallo de la Corte Suprema, argumentando que la medida podría generar vacíos procesales y violaciones a derechos constitucionales. “La imposición de una instancia suplementaria perteneciente a otra jurisdicción lesiona directamente las garantías reconocidas a los habitantes de la República por el artículo 18 de la Constitución Nacional”, indicaron.
En este sentido, la CNAT resolvió que las decisiones emanadas de la Justicia Nacional del Trabajo solo serán recurribles en los términos previstos en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, desestimando así la intervención del TSJ porteño. Además, la medida fue comunicada a la Corte Suprema, al Consejo de la Magistratura y al Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal.
Este conflicto se suma a otros fallos que han marcado la postura de la justicia nacional en relación con el TSJ porteño. En particular, la Cámara Nacional en lo Civil estableció como doctrina obligatoria que las sentencias de jueces nacionales en lo civil no pueden ser recurridas ante el tribunal superior de la Ciudad, en línea con el caso “Levinas”.
Desde la CGT consideran que este es un nuevo intento del oficialismo por debilitar la Justicia Nacional del Trabajo y allanar el camino para una mayor flexibilización laboral. En un año donde se espera que el presidente de la Nación reitere su voluntad de reforma ante la Asamblea Legislativa, la central obrera deja en claro que no dará un paso atrás en la defensa de los derechos de los trabajadores.