GOBIERNO MANIPULA PROCESO JUDICIAL PARA PROSCRIBIR A CRISTINA KIRCHNER

El oficialismo avanza con una maniobra de claro tinte autoritario para impedir que Cristina Fernández de Kirchner compita electoralmente. La ex presidenta denunció la persecución política y judicial que busca acallar su voz y borrar del mapa a la principal referente opositora.


En un acto cargado de simbolismo en Paso de los Libres, Corrientes, Cristina Fernández de Kirchner volvió a exponer con contundencia la maniobra de persecución judicial y política que impulsa el gobierno nacional. La estrategia es evidente: impedir su participación política mediante un juicio amañado que busca apartarla del juego democrático.

Cristina fue tajante: “me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta”, expresó ante una multitud que la respaldó con fervor. Denunció el operativo mediático y judicial destinado a instalar un clima de miedo y odio, preparando el terreno para su proscripción. Y lanzó un desafío directo a sus detractores: “Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente? A ver, dale, mirá cómo tiemblo”.

A su lado, el intendente Martín Ascúa reforzó la denuncia: “hay una campaña sistemática contra Cristina porque representa una amenaza para los intereses concentrados y para un gobierno que no tolera voces disidentes ni proyectos populares”.

El contexto judicial confirma esta lectura. La Corte Suprema tiene en sus manos la decisión de confirmar o no una condena que incluiría seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos. Todo cronometrado para que la sentencia llegue antes del cierre de listas, bloqueando así cualquier posibilidad de candidatura.

Cristina, lejos de victimizarse, convocó a la militancia y al pueblo a mantenerse alertas: “No hay que enojarse, hay que estar atentos a que me metan presa”. Advirtió que solo el miedo y el odio pueden conducir a semejante atropello institucional. Y cerró su discurso con un mensaje de esperanza y movilización: “Lo que nunca van a poder evitar es que vuelva el pueblo”.

La maniobra del gobierno queda expuesta: mover los resortes judiciales para evitar que la principal figura opositora llegue a las urnas. Frente a esto, Cristina se planta con coraje y convoca a la defensa de la democracia. Porque, como ella misma advirtió, lo que está en juego no es solo su figura, sino el derecho del pueblo a elegir libremente a sus representantes.