En un hito que marca un momento de agitación en la gestión de Javier Milei, el país se enfrenta al segundo paro nacional en apenas cinco meses de su mandato, duplicando así el promedio anual de paros durante los últimos 40 años de democracia. Bajo la consigna “Milei, pará la mano. La Patria no se vende”, la CGT y las dos CTA lideran esta movilización que busca defender los derechos laborales, sociales y previsionales, así como el modelo sindical por un salario digno y derechos laborales justos.
La razón detrás de esta contundente medida de fuerza es la nueva Ley Bases, recientemente aprobada en Diputados y en proceso de consideración en el Senado. Esta legislación ha generado fuertes críticas por parte de las centrales sindicales, quienes ven en ella un ajuste brutal que afecta especialmente a los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados.
Los sindicatos argumentan que el gobierno nacional, en nombre de una supuesta libertad de mercado, está implementando políticas que recortan derechos laborales y sociales, desfinancian la seguridad social y la salud pública, y promueven la privatización de empresas públicas, poniendo en riesgo el bienestar y la seguridad de la población.
Este paro se suma a una larga historia de medidas similares tomadas durante los distintos gobiernos desde la vuelta a la democracia. Mientras que algunos presidentes, como Néstor Kirchner y Alberto Fernández, no enfrentaron paros durante sus mandatos, otros, como Ricardo Alfonsín y Carlos Menem, se vieron envueltos en múltiples medidas de fuerza.
Los principales gremios que adhieren a este paro incluyen a sectores clave como camioneros, trabajadores del transporte, empleados estatales, docentes, bancarios y trabajadores de la salud. La participación de estos grupos demuestra la amplitud y la fuerza del reclamo que busca detener políticas que consideran perjudiciales para los trabajadores y la sociedad en su conjunto.