La Federación Nacional de Conductores de Taxis rechazó el Decreto 883/2024 que desregula la actividad, lo calificó como «propio de un dictador» y se suma al Paro Nacional del Transporte que se realizará este miércoles. Los taxistas creen que esta medida es una amenaza a la seguridad de los usuarios y de los trabajadores.
La Federación Nacional de Conductores de Taxis expresó su rotundo rechazo al Decreto 883/2024, una medida que consideran una amenaza para la seguridad de usuarios y trabajadores del sector.
A través de un comunicado firmado por su secretario general, José Antonio Ibarra, la Federación denunció que el decreto fue promulgado “sin ningún tipo de consulta a los trabajadores del sector y menos, a especialistas en transporte”.
Según Ibarra, esta medida representa una desregulación que permitirá que «cualquiera transporte a un tercero», lo cual pone en riesgo la integridad de los pasajeros al no existir un control riguroso sobre los operadores.
El Consejo Directivo de la Federación, que califica al decreto como propio del “método de un dictador”, exhortó a los conductores de taxis a mantenerse firmes en defensa de sus derechos. “Compañeras y compañeros, no bajemos los brazos, mantengamos en alto nuestras banderas”, alentó Ibarra en su mensaje, haciendo un llamado a la unidad y la resistencia en cada región del país.
La Federación, además, confirmó su adhesión al Paro Nacional de Transporte convocado para el 30 de octubre de 2024, uniéndose así a otros sindicatos y organizaciones sociales en su protesta contra las políticas económicas y de transporte del actual gobierno.
En un contexto de creciente tensión entre el gobierno y los sectores sindicales, la Federación Nacional de Conductores de Taxis asegura que se mantendrán “en estado de alerta”, y reafirma su compromiso con la protección de los derechos de los trabajadores del transporte. “Sepamos, cada uno en su lugar, defender nuestros derechos”, concluyó Ibarra, instando a sus compañeros a participar activamente en las movilizaciones y en las medidas de fuerza programadas para expresar su descontento con las recientes decisiones gubernamentales.