Argüello, un referente de la rama Recolección en Camioneros, ocupará el lugar que hasta ahora desempeñaba Pablo Moyano junto a Héctor Daer y Carlos Acuña en el triunvirato cegetista. Su designación, prevista para oficializarse en las próximas horas, pone de manifiesto la capacidad de Moyano para sostener el control en momentos de tensión interna.
A sus 62 años, Octavio Argüello acumula una trayectoria sindical de cuatro décadas. Fue diputado nacional, lideró la seccional Tres de Febrero y San Martín de Camioneros y presidió el partido Cultura, Educación y Trabajo (CET), impulsado por Hugo Moyano en 2013. Esta cercanía al clan Moyano lo posicionó como el candidato ideal para ocupar el lugar vacante sin generar ruido dentro de la organización.
La elección de Argüello, en lugar de un retorno personal de Hugo Moyano al triunvirato, parece un movimiento calculado para mantener la estructura sin abandonar su legado.
La renuncia de Pablo fue el desenlace de una relación cada vez más tirante con la conducción de la CGT. Su postura combativa, que incluyó llamados a movilizaciones junto a las CTA y movimientos sociales, contrastaba con la estrategia más negociadora de los sectores mayoritarios de la central obrera, que optaron por acuerdos con el gobierno de Javier Milei.
“No podemos mirar para otro lado mientras este modelo económico golpea a los argentinos”, había reclamado Pablo Moyano antes de su salida, exigiendo un paro nacional que nunca llegó. La negativa de la mesa directiva fue un claro mensaje de aislamiento que lo llevó a dar un paso al costado.
Desde entonces, Pablo ha mantenido un perfil bajo, alejándose de las convocatorias masivas. Su futuro gremial parece inclinarse hacia espacios más combativos, como el Frente Sindical por el Modelo Nacional, junto a figuras como Sergio Palazzo.
Con este movimiento, Hugo Moyano reafirma su habilidad para mantener la vigencia de su espacio en la CGT sin necesidad de ocupar personalmente el sillón del triunvirato. Aunque el histórico dirigente de Camioneros deja entrever un retiro progresivo, su influencia sigue siendo determinante, asegurándose de que su visión y estrategia continúen en manos de alguien de su confianza.
La transición en la CGT, lejos de ser un quiebre, parece consolidar el peso político del gremio de Camioneros en la conducción de la central obrera. En un contexto de crisis económica y desafíos para el movimiento sindical, la figura de Hugo Moyano continúa proyectándose como un referente ineludible en el tablero gremial argentino.