LAS ENCUESTAS COMIENZAN A MOSTRAR EL ARREPENTIMIENTO QUE SIENTEN MUCHOS VOTAMTES DE MILEI

Las encuestas reflejan un marcado rechazo a la gestión del presidente Javier Milei, con una mayoría de argentinos considerando que las medidas implementadas por su gobierno han tenido un impacto negativo en el país. Uno de los aspectos más criticados por la sociedad es el manejo de la epidemia de dengue.

A pesar de una ligera mejora en la imagen del “Presiduende” en comparación con meses anteriores, las mediciones indican que su nivel de aprobación está por debajo de los índices con los que comenzó su mandato.

La consultora Zuban Córdoba y Asociados ha realizado un estudio que analiza la figura del presidente Javier Milei, así como la recepción de las medidas y los ejes temáticos de su gobierno entre la población. Según este estudio, aunque la imagen del presidente ha experimentado un aumento, aún se encuentra en un rango de aprobación menor al de otros mandatos para esta misma etapa inicial.

La gestión del gobierno en temas como el manejo de la epidemia de dengue y la implementación de medidas como la posible reinstalación del impuesto a las ganancias o el envío de tropas argentinas a Ucrania no ha sido bien recibida por la mayoría de la población. Además, medidas como la posible baja de la edad de imputabilidad y el despido de empleados estatales generan gran rechazo.

En cuanto a la educación pública, la mayoría de la población coincide en que es un derecho que debe ser defendido. Sin embargo, en el ámbito económico, existe división entre los argentinos respecto a si se debe priorizar la lucha contra la inflación o el aumento de salarios.

El estudio también destaca que la imagen positiva del gobierno ha experimentado descensos significativos en momentos de crisis económica, como ocurrió en diciembre tras una devaluación y un aumento inflacionario. Esto plantea interrogantes sobre cómo podrían influir futuros eventos, como el aumento de tarifas, en la percepción del gobierno por parte de la población.

En resumen, el análisis concluye que los consensos precarios pueden ser fácilmente alterados por cambios en el estado de ánimo de la población, lo que presenta un desafío para la estabilidad y la aprobación del gobierno.