La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) alzó su voz contra los festejos recientes del presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, durante el Coloquio de IDEA, donde las grandes corporaciones aplaudieron las políticas del Gobierno. Para APYME, lo que en ese escenario fue celebrado como un éxito, representa una verdadera “sentencia” para miles de pequeñas y medianas empresas en todo el país.
Según la organización, mientras desde las esferas oficiales se lanzan discursos que califican de “brutos e ignorantes” a quienes no apoyan su modelo económico, la realidad productiva y social se ve cada vez más comprometida. “Lo único que queda claro entre los tecnicismos presidenciales y el optimismo del ministro es un modelo que, bajo la consigna del ajuste y el ‘déficit cero’, solo asegura el pago a acreedores externos y fomenta la especulación financiera”, advirtieron desde APYME.
La situación que describen es crítica. En lo que va del año, más de 10.000 PYMES han cerrado sus puertas, lo que se traduce en la pérdida de 200.000 empleos, principalmente en el sector privado. Además, el consumo interno cayó un 22% en promedio, con cifras aún más dramáticas en las economías regionales y en el interior del país.
“Mientras se habla de una inflación del 3,5% como un logro, la mayoría de los sectores industriales siguen sin poder reactivar su capacidad instalada”, sostienen los representantes de APYME. Y a este panorama se suma lo que consideran una nueva agresión al sector: la apertura indiscriminada de importaciones para productos que se fabrican localmente, perjudicando a las empresas que dependen del mercado interno y carecen de respaldo financiero para soportar esta competencia.
El mensaje de APYME es claro: “Señor Presidente, será difícil que llegue la ‘furia de inversiones’ que usted espera en un país donde el entramado productivo está siendo destruido, la pobreza y la indigencia aumentan, y los resortes del Estado se ven debilitados”. A su juicio, este escenario solo favorecerá la venta de empresas y recursos estratégicos de la Nación, algo que, advierten, “ya se ha vivido y no terminó bien”.
Finalmente, la entidad reafirmó su llamado a la unidad y a la solidaridad entre los distintos sectores afectados, convocando a un debate sobre la necesidad de un proyecto que ponga en el centro la reindustrialización, la inclusión y la soberanía, con un Estado activo que ofrezca un verdadero horizonte de desarrollo para el país.