A pesar de los constantes llamados a la unidad desde los diferentes espacios que integran la Confederación General del Trabajo (CGT), el fantasma de la fragmentación vuelve a aparecer. Por un lado, se confirmó la visita de una delegación cegetista a la Casa Rosada, mientras que la Mesa Nacional del Transporte anunció un paro nacional de 24 horas para el 17 de octubre.
Fuentes consultadas explicaron que en las últimas semanas han resurgido diferencias en cuanto a la postura frente al gobierno. Aunque algunos sectores impulsan la división, se espera que la CGT se mantenga unida, a pesar de las distintas estrategias que surgen.
Los temas que preocupan a la dirigencia gremial son diversos: la implementación de la reforma laboral, el regreso del impuesto a las Ganancias y la delicada situación financiera de las obras sociales. Un vocero destacó que el principal reclamo al gobierno es saber cuál es el modelo productivo que permitirá superar la crisis, más allá de controlar la inflación o lograr superávit fiscal.
La reunión entre la CGT y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tendrá lugar en la Casa Rosada el próximo lunes, a las 17 horas. Se espera que la delegación sindical aborde temas como la privatización de Aerolíneas Argentinas, la situación de los jubilados y las reformas a la Ley de Asociaciones Sindicales.
Por otra parte, la Mesa Nacional del Transporte, conformada por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), ha convocado a un plenario el 8 de octubre para definir la convocatoria al paro nacional del 17. Sus principales reclamos se centran en la falta de recomposición salarial, la libertad sindical y la defensa de la soberanía nacional sobre los distintos modos de transporte.
El transporte ha sido uno de los sectores más críticos de la gestión de Javier Milei, acusando al gobierno de perseguir a los dirigentes sindicales y de buscar criminalizar la protesta social.