DURA ADVERTENCIA DE LA CGT: PODRÍA MOVILIZARSE SI MILEI NO GARANTIZA DIÁLOGO POR LA REFORMA LABORAL

Gerardo Martínez, titular de la UOCRA y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, reclamó “una discusión profunda y con respeto” y cuestionó la falta de conocimiento del ministro Sturzenegger sobre la realidad laboral argentina.

En un contexto de creciente tensión por la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional, la Confederación General del Trabajo (CGT) volvió a dejar en claro su predisposición al diálogo, aunque advirtió que no aceptará imposiciones ni decisiones unilaterales. “El sindicalismo argentino, cuando tiene la posibilidad de negociar, negocia. No queremos ir al conflicto, pero cuando se cierra la puerta, el sindicalismo reacciona”, sostuvo Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la central obrera y titular de la UOCRA.

Con tono sereno pero firme, Martínez explicó que la CGT no adopta una posición de rechazo automático, sino que busca un espacio de debate real. “Queremos discutir en serio, con respeto, sin preconceptos y sin prejuicios. Lo que no vamos a aceptar es que se impongan reformas sin participación del movimiento obrero”, expresó, aludiendo a los anuncios del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

El dirigente gremial fue especialmente crítico con el funcionario libertario, a quien acusó de manejar una visión “teórica y alejada de la realidad cotidiana de los trabajadores”. “Le falta entrenamiento en terreno. Pretende aplicar fórmulas que no se usan en ninguna parte del mundo y que pueden destruir el sistema de relaciones laborales que la Argentina construyó durante décadas”, sentenció.

Martínez también advirtió que detrás del discurso de modernización se esconden intentos de precarización. “No hay que confundir eficiencia con desprotección. Los derechos laborales no son un privilegio, son una conquista social. No vamos a permitir que se los trate como un obstáculo al crecimiento”, sostuvo.

En la misma línea, reclamó equilibrio entre capital y trabajo, y un rol activo del Estado para garantizar condiciones justas. “Así como el sector financiero pide garantías y transparencia, los trabajadores también pedimos respeto. No puede haber desarrollo sustentable si no hay justicia social”, remarcó.

Desde la CGT insisten en que su postura es responsable y constructiva, pero dejan entrever que podrían recurrir a la movilización si el diálogo no se materializa. “El movimiento obrero argentino siempre apostó al consenso, pero cuando se cierran las puertas, sabemos cómo defendernos”, deslizó el titular de la UOCRA.

Antes de concluir, Martínez reiteró la disposición de la central sindical a acompañar políticas de desarrollo y reconstrucción productiva. “Cuando un gobierno quiere resolver los problemas estructurales del país, contará con nosotros. No somos la máquina de impedir, pero tampoco seremos cómplices de reformas que quiten derechos”, enfatizó.

Con esta declaración, la CGT marca un límite claro: está dispuesta a conversar, pero no a ceder en los principios que resguardan la dignidad de los trabajadores.