CRISTINA NO ESTÁ SOLA: LA UNIDAD POPULAR SE MOVILIZA POR SU LIBERTAD

Miles de trabajadores, sindicatos, organizaciones sociales y fuerzas políticas coparon las calles en una muestra contundente de respaldo a Cristina Fernández de Kirchner. La movilización nacional dejó en claro que la persecución política no pasará desapercibida y que el pueblo no renuncia a su liderazgo.

Este miércoles 18 de junio de 2025, la Plaza de Mayo y los alrededores del barrio de Constitución se tiñeron de esperanza, fuerza y compromiso. En una jornada cargada de emoción, miles de personas se movilizaron en respaldo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, actualmente bajo arresto domiciliario tras una resolución judicial que generó un fuerte rechazo en vastos sectores de la sociedad.

La Confederación General del Trabajo (CGT) marcó el pulso con un comunicado en el que convocó a acompañar la marcha “por convicción, pertenencia y solidaridad”. Si bien evitó declarar un paro general, habilitó a cada gremio a definir su participación, lo que derivó en una presencia masiva de sindicatos históricos y de base que se volcaron a las calles en defensa del Estado de derecho y la democracia.

Columnas de trabajadores, dirigentes políticos, referentes sociales y ciudadanos autoconvocados comenzaron a concentrarse desde la mañana en distintos puntos del conurbano bonaerense, y poco después del mediodía avanzaron hacia Plaza de Mayo. Al mismo tiempo, en Constitución se organizó una vigilia popular frente al domicilio de la exmandataria, convertido en un símbolo de resistencia.

Movimientos sociales como la UTEP, La Cámpora, la CCC, Barrios de Pie, Patria Grande, El Hormiguero, Nuevo Encuentro y La Poderosa aportaron su presencia activa. Las dos CTA también se sumaron con fuerza, así como agrupaciones políticas, culturales y estudiantiles. Gobernadores, legisladores y referentes territoriales del peronismo expresaron públicamente su acompañamiento.

La consigna que unificó la jornada fue clara: Cristina no está sola. En medio del operativo de seguridad montado por las autoridades judiciales en la zona, el calor popular fue innegable. Pancartas, cánticos y abrazos tejieron una red colectiva de defensa frente a lo que muchos consideran un nuevo capítulo en la persecución judicial contra la dirigente más importante del país en las últimas décadas.

Sin actos oficiales ni escenarios montados, la movilización fue profundamente horizontal, diversa y contundente. Una postal del presente, pero también un mensaje hacia el futuro: si tocan a Cristina, tocan al pueblo.