En un clima de creciente tensión social, la Confederación General del Trabajo volvió a plantarse con firmeza frente a la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei. Desde el movimiento obrero advierten que el proyecto no apunta a crear empleo genuino sino a profundizar el ajuste, facilitar los despidos y avanzar sobre derechos conquistados tras décadas de lucha sindical.
La resistencia sindical se expresa con fuerza en los gremios del transporte y la actividad marítima. Raúl Durdos, secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), fue categórico al analizar la iniciativa oficial. “Todo lo que quieren hacer va en contra de los trabajadores y de derechos que son soberanos. No están ahí porque a alguien se le ocurrió: son generaciones y generaciones de conquistas”, afirmó en declaraciones a EL DELEGADO.
El dirigente recordó que muchos de los beneficios hoy cuestionados por el Gobierno forman parte del entramado básico de la vida laboral argentina. “El aguinaldo, las indemnizaciones, la jubilación. Todo eso existe porque hubo un modelo de país que pensó en los trabajadores. Incluso hay quienes votaron este ajuste y hoy quieren seguir cobrando aguinaldo”, sostuvo, con tono crítico.
Durdos también puso el foco en la mirada internacional sobre el sistema laboral argentino. Tras participar en encuentros de la OIT y la ITF, aseguró que el país es observado como un caso de referencia. “Somos mirados como privilegiados por los derechos laborales que tenemos. Trabajadores de otros países darían lo que fuera por tener nuestras leyes. Y acá, lamentablemente, hay sectores que no las valoran”, señaló.
Uno de los puntos más cuestionados por el sindicalismo es la extensión de la jornada laboral y la reinstalación de mecanismos que, lejos de generar empleo, lo destruyen. “Si se aumentan las horas de trabajo, va a haber menos puestos. Un trabajador va a hacer el trabajo de uno y medio. Eso no es crear empleo, es achicarlo”, advirtió el titular del SOMU. A eso se suma, según denunció, la facilidad para despedir y la promoción de una rotación permanente que precariza la vida de los trabajadores.
El dirigente marítimo alertó además sobre un modelo de salarios variables, atados a premios discrecionales. “Van a pagar menos y a premiar al que les guste, incentivando la sumisión. Es un esquema que degrada al trabajador y rompe la solidaridad”, afirmó. En esa línea, comparó el escenario con el sistema estadounidense, marcado por el desarraigo y la inestabilidad permanente.
La crítica no se limitó al plano laboral. Durdos vinculó la reforma con un proyecto más amplio de ajuste que también alcanza a la educación pública. “Están precarizando la educación para que desaparezca lo público y mañana poner aranceles. ¿Con qué lo va a pagar el trabajador?”, se preguntó, al advertir sobre el impacto social a mediano plazo.
Frente a este panorama, el sindicalismo promete confrontación. “No lo vamos a permitir. Esto es reforma laboral esclavista”, sentenció Durdos, quien reivindicó la tradición histórica de lucha del movimiento obrero. “El peronismo siempre tuvo una palabra para estos momentos: resistencia. Mi viejo fue parte de la resistencia peronista, como tantos trabajadores que enfrentaron gobiernos tiranos”.
La CGT y los gremios confirmaron su presencia en la movilización convocada para el 18, con destino a Plaza de Mayo. “Vamos a marchar como siempre, para hacer sentir la voz del trabajador, del pueblo y de los que menos tienen”, concluyó el dirigente del SOMU, en una señal clara de que el conflicto recién empieza y que el ajuste no pasará sin respuesta en la calle.