LOS 25 GREMIOS QUE MANDAN EN LA CGT: EL BLOQUE DURO QUE DEFINE EL FUTURO DEL MOVIMIENTO OBRERO

Con el 73% de los votos en sus manos, los sindicatos más poderosos ya mueven las piezas de cara a la elección del 5 de noviembre. Entre negociaciones cruzadas, Daer, Martínez y Barrionuevo perfilan alianzas para dominar la nueva conducción.

La Confederación General del Trabajo (CGT) se encamina a renovar su conducción el próximo 5 de noviembre en el histórico estadio de Obras Sanitarias, en una elección que promete ser de las más trascendentes de los últimos años. Con 2.186 congresales habilitados de 210 organizaciones confederadas, el mapa sindical se reorganiza bajo la presión de un contexto económico y político adverso, que exige una central obrera fuerte y cohesionada.

En el corazón de esa disputa, 25 gremios concentran el 73% de los votos, con 1.596 congresales en condiciones de decidir quién conducirá la CGT en los próximos años. Estos grandes jugadores, definidos por su peso en cantidad de afiliados y aportes, ya trazaron alianzas estratégicas y miden fuerzas en negociaciones que se intensifican a horas del Congreso Nacional Ordinario.

El poder de los “Gordos”

El bloque de los Gordos, tradicional núcleo de influencia cegetista, se mantiene como la primera fuerza con 609 congresales. Bajo la conducción del poderoso gremio de Comercio (FAECYS), que aporta 281 delegados, el sector se completa con Sanidad (129), COEMA (126), Alimentación (53) y Panaderos (20).
El grupo, encabezado por Héctor Daer, busca conservar su dominio en la “mesa chica” y garantizar una conducción afín a los gremios de servicios, que fueron el sostén del último triunvirato.

Los Independientes, la segunda fuerza

A poca distancia, los Independientes suman 574 congresales y representan el segundo polo de poder. Liderados por Gerardo Martínez (UOCRA) con 150 delegados, el bloque incluye a UPCN (106), CTM (110), UATRE (57), UTEDYC (41), SADOP (33), Obras Sanitarias (27), Encargados de edificios (23) y FATUN (14).
La amplitud de rubros —desde la construcción y los estatales hasta los rurales— le otorga volumen político, pero también complejidad a la hora de mantener la unidad. Las conversaciones con los Gordos avanzan, aunque nadie descarta un acuerdo con los sectores más críticos.

Barrionuevo y su bloque árbitro

Con 153 congresales, el espacio barrionuevista se posiciona como el árbitro de la contienda. El dirigente gastronómico Luis Barrionuevo vuelve a escena con el gremio de UTHGRA (77 delegados) y el respaldo de sectores del transporte: UTA (22), Maestranza (20), Estaciones de Servicio (18) y SUTEP (16).
Desde su entorno aseguran que su rol será “equilibrar fuerzas” y promover una conducción que priorice la negociación por sobre la confrontación con el Gobierno.

El espacio K y los Moyano, en su juego propio

El sector Mundo K aparece con 134 congresales, encabezado por la UOM (106) y SMATA (28), aunque este último evalúa sumarse a los Independientes. En paralelo, el poderoso gremio de Camioneros, con 69 congresales, mantiene su autonomía.
Hugo Moyano, aún con peso propio, evita comprometer apoyos prematuros y escucha ofertas de ambos bandos para inclinar la balanza.

Bancarios y UDA, los comodines

Entre los grandes jugadores que aún no mostraron sus cartas están La Bancaria (25) y UDA (32), dos organizaciones que podrían tener un papel clave en caso de votación ajustada. Ninguna de ellas confirmó alianzas ni estrategia.

Cómo se elige y qué se pone en juego

Según el estatuto cegetista, cada gremio designa congresales según su cantidad de cotizantes. El voto es secreto, obligatorio y se realiza por lista completa para los 50 cargos del Consejo Directivo, con paridad de género en la mayoría de los puestos.
La lista ganadora será proclamada en el mismo plenario, una vez terminado el escrutinio, en un acto que promete exhibir más tensiones internas que celebraciones.

Una elección bisagra

Más allá del “poroteo”, los analistas coinciden en que la elección de la CGT será un punto de inflexión. Se juega no solo la renovación de autoridades, sino el modelo sindical que enfrentará las reformas laborales y económicas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
El resultado del 5 de noviembre marcará el rumbo del movimiento obrero: si prevalece la continuidad de los históricos, una transición ordenada o el nacimiento de una CGT más fragmentada, pero también más representativa del nuevo mapa del trabajo argentino.