INDUSTRIALES DENUNCIAN QUE EL GOBIERNO DE MILEI CONSAGRA EL INDUSTRICIDIO

Las fábricas cierran, la representación empresarial está cooptada por multinacionales y la industria nacional enfrenta el peor escenario de su historia reciente. ENAC advierte que el modelo de Javier Milei impulsa la extranjerización, la especulación y la destrucción deliberada del entramado productivo argentino.

En un Día de la Industria que debería ser de celebración, el comunicado de la Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC) llegó como un golpe seco a la conciencia productiva del país. “No hay nada que festejar”, sentencian, al señalar que las pymes y las fábricas que todavía se mantienen en pie están siendo asfixiadas por un gobierno que privilegia la especulación financiera por sobre la producción real.

Los industriales de capital nacional, aquellos que arriesgan en su propio suelo y generan trabajo argentino, denuncian un ataque directo desde la Casa Rosada. Para ENAC, la política de Javier Milei no es un simple error de diagnóstico: es una decisión deliberada de abrir las puertas al capital extranjero, facilitar la importación indiscriminada y condenar a muerte al mercado interno.

En su comunicado, la entidad fue tajante con la “Unión Industrial Argentina” (UIA), a la que acusa de haber abandonado cualquier representación genuina de la industria nacional para transformarse en la vocera de las filiales multinacionales. “Primero con Daniel Funes de Rioja y ahora con Martin Rapallini, que no es más que el gerente de Techint al frente de la cámara, ofician de cómplices de este industricidio”, denunciaron.

El malestar va más allá de una disputa gremial-empresarial: lo que está en juego, advierte ENAC, es la supervivencia de un modelo productivo basado en la soberanía industrial. “Si las instituciones no representan, el empresario debe dejar de convalidarlas. Es tiempo de organizar alternativas, articular con otros sectores productivos y sociales y transformarse en actor político-económico con discurso y programa propio”, sostienen.

La crítica apunta de lleno contra el dogma neoliberal que, según la organización, hoy se viste de “libertad de mercado” para en realidad favorecer a los especuladores y a los importadores. “La representación empresarial no puede seguir secuestrada por quienes promueven la libertad de timbear y festejan el vaciamiento del mercado interno”, remarcaron.

Para ENAC, la única salida real es que las pymes y las industrias de capital nacional tomen las riendas de las organizaciones empresariales y construyan un poder propio capaz de enfrentar al capital extranjero. La propuesta no es simplemente resistir, sino disputar el rumbo económico con un programa que priorice la producción y el desarrollo.

El comunicado culmina con un llamado encendido a los industriales de todo el país: “No hay futuro para la industria nacional si seguimos aceptando mansamente que nos arrebaten el mercado, el trabajo y la soberanía productiva. Es momento de organizarnos, defender lo nuestro y reconstruir una Argentina industrial con empresarios nacionales al frente”.

En este 2 de septiembre de 2025, la foto es dramática: fábricas que bajan la persiana, trabajadores en la incertidumbre y un empresariado nacional que denuncia haber quedado huérfano de representación institucional. Lejos de las mesas de brindis y discursos oficiales, el Día de la Industria se transforma en un grito desesperado contra lo que ENAC define sin rodeos: un industricidio en marcha.