En otro episodio de la despiadada política de ajuste implementada por el gobierno de JAVIER MILEI, 1.400 despidos en el sector de la salud pública desatan la indignación y el temor. Entre los más afectados está el HOSPITAL LAURA BONAPARTE, un emblema de la salud mental en el país, que enfrenta una nueva amenaza de cierre.
LA ORGANIZACIÓN COMO RESPUESTA AL AJUSTE
El miércoles 15 comenzaron a llegar los telegramas de despido dirigidos a trabajadores y trabajadoras de distintos hospitales públicos. Esta ola de recortes confirma los peores temores de quienes están en la primera línea de la atención sanitaria.
Desde la última embestida del gobierno, los trabajadores del BONAPARTE permanecieron organizados, anticipando un nuevo intento de cierre. Ahora, hacen un llamado urgente a la solidaridad de la comunidad: “Vamos a necesitar nuevamente tu apoyo para resistir el ataque a la salud pública. Informaremos las medidas que resolvamos en asamblea y unidad”.
UN AJUSTE QUE AFECTA VIDAS
El ajuste brutal promovido por el gobierno de MILEI no solo implica un ataque económico, sino también un impacto directo en la vida de miles de argentinos. Desmantelar instituciones como el HOSPITAL BONAPARTE significa dejar desprotegidos a quienes más necesitan atención.
Hoy, la ASAMBLEA ABIERTA en el Hospital Bonaparte será una nueva muestra de resistencia contra un gobierno que, lejos de garantizar derechos básicos, los destruye. La salud pública está en juego y, con ella, la dignidad de una sociedad que no está dispuesta a rendirse.