El gremio que conduce Sergio Palazzo lanzó un plan de lucha nacional ante los despidos, el achique y el atropello a los derechos laborales por parte del banco de capitales españoles. Anuncian una masiva marcha a la Embajada de España en defensa del empleo.
La Asociación Bancaria salió con los tapones de punta contra la política de ajuste del Banco Santander en Argentina. Ante lo que califican como un “plan sistemático de achique, despidos y cercenamiento de derechos”, el gremio que lidera Sergio Palazzo puso en marcha un contundente plan de lucha que incluye asambleas progresivas y una gran movilización hacia la Embajada de España el próximo jueves 17 de julio.
“La entidad no solo presiona para que trabajadores firmen desvinculaciones, sino que directamente despide sin causa mediante telegramas”, denunciaron desde el sindicato. La Bancaria advierte que la conducción del Santander en Argentina aplica una política diametralmente opuesta al discurso oficial que sostiene su presidenta ejecutiva, Ana Botín, en Europa.
“Mientras desde España escuchamos hablar de progreso y reciclaje laboral, en Argentina lo que hay es ajuste, precarización y hostigamiento laboral”, dispararon desde el gremio. Y señalaron con ironía: “Tal vez los directivos locales no escucharon a su presidenta, o simplemente decidieron ignorarla”.
La respuesta sindical no se hizo esperar. Tras una masiva movilización la semana pasada al Edificio Garay —sede central del banco en el país— ahora La Bancaria anunció que el martes 8 de julio se realizarán asambleas en las dos últimas horas de atención al público; el martes 15, se extenderán a tres horas; y el jueves 17 se concretará la marcha a la sede diplomática española.
“La Bancaria no va a permitir que se pisoteen los derechos conquistados ni que se imponga una reforma laboral de hecho por la vía de los hechos consumados”, enfatizaron.
Además, el gremio recordó que el Santander obtuvo utilidades récord durante los últimos años, lo que agrava aún más la decisión de avanzar con despidos y achiques. “No hay ninguna justificación económica: se trata de una decisión política orientada a disciplinar y reducir el poder de los trabajadores”, afirmaron.
Desde la conducción nacional advirtieron que, si no se obtiene una respuesta favorable, las medidas de fuerza se profundizarán. “El ajuste financiero no lo van a pagar los trabajadores. Vamos a defender cada puesto de trabajo con unidad y organización”, concluyeron.