CGT Y GOBIERNO APUESTAN AL DIÁLOGO PARA EVITAR PROTESTAS HASTA LA RENOVACIÓN SINDICAL

(Por Tomás Casanova) – Gerardo Martínez se reunió con Guillermo Francos para abrir una mesa de diálogo que se repetirá cada mes. En el fondo, la CGT busca no quedar aislada del poder mientras la sociedad sufre los efectos de la precarización laboral.

La foto que reunió al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, sintetiza un nuevo momento entre el Gobierno y la principal central sindical del país. Se trata de una tregua frágil pero estratégica: ambos sectores pactaron abrir una mesa de diálogo que se repetirá todos los meses, al menos hasta que la Confederación General del Trabajo renueve sus autoridades. El objetivo es claro: evitar tensiones en las calles mientras se reacomodan las fichas del tablero gremial.

Detrás del encuentro, el Gobierno busca desactivar el frente sindical como generador de conflictos. Por su parte, la CGT intenta mantener un canal de interlocución que le permita preservar protagonismo en medio de la crisis social y laboral que atraviesa el país. La decisión de Gerardo Martínez de representar a la CGT en estas reuniones fue respaldada por la mesa chica de la central, que evaluó como “necesaria” esta apertura institucional en un contexto de incertidumbre.

La agenda del encuentro no se limitó a formalidades. Se discutieron posibles reformas laborales, el rumbo de las paritarias y el impacto del ajuste sobre jubilados y trabajadores informales. En ese sentido, la CGT hizo saber que no convalidará ningún intento de cercenar derechos adquiridos, aunque dejó abierta la puerta a una “modernización con consenso”.

El pacto tiene sus condiciones implícitas. Mientras el Gobierno se compromete a escuchar al movimiento obrero, la CGT moderará sus expresiones públicas y evitará convocatorias a protestas masivas. La señal no es menor: el oficialismo necesita consolidar su frente político y aprobar leyes clave sin sobresaltos en la calle.

Todo ocurre en un momento delicado para los trabajadores. Según datos oficiales, los salarios reales siguen en caída respecto del año pasado. Cada vez más personas deben sumar changas o buscar un segundo empleo para llegar a fin de mes. La precarización no sólo afecta a los sectores más vulnerables, sino también a franjas de la clase media que pierden poder adquisitivo mes a mes.

La CGT lo sabe, y por eso también busca una estrategia que le permita representar a una base social que exige respuestas concretas. Por eso esta mesa mensual con Francos también es una forma de ganar tiempo. La renovación interna de autoridades prevista para los próximos meses marcará el rumbo futuro de la central, que atraviesa tensiones y debates entre sectores más dialoguistas y otros más combativos.

Mientras tanto, el acuerdo sellado funciona como una pausa. Una tregua en tiempos de ajuste, con la promesa de diálogo como único punto firme. El Gobierno gana tiempo. La CGT evita quedar fuera del escenario. Y los trabajadores siguen esperando soluciones en medio de una crisis que no da respiro.