DEL SALAR A LA EMPRESA PYME: PYMES ENERGÉTICAS ANTE EL DESAFÍO DE LA ELECTROMOVILIDAD

Con sus vastas reservas de litio en el Triángulo del Litio, Argentina se encuentra ante una oportunidad única de liderar el mercado global de la movilidad eléctrica. Pero el camino hacia la transformación de este mineral en valor agregado exige superar desafíos en toda la cadena de producción, desde la extracción hasta la implementación de soluciones adaptadas a las nuevas demandas de la electromovilidad.

La electrificación del transporte en Argentina es una oportunidad para transformar al país en un líder global. Las pymes energéticas que operan en Vaca Muerta y otras regiones estratégicas se transformarán en estructuras logísticas fundamentales, para ser protagonistas en este proceso, consolidándose como nodos de tecnología e innovación.

De esta manera, las pymes energéticas están llamadas a desempeñar un papel estratégico en esta transición. No solo serán puntos clave para la recarga de baterías eléctricas, sino también centros logísticos donde converjan las tecnologías vinculadas al almacenamiento de energía. “En este contexto, el litio argentino podría posicionarse como el insumo clave para la fabricación de baterías, consolidando la cadena de valor de la electromovilidad”, expresó el presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio Pablo Rutigliano.

El economista subrayó la necesidad de crear un mercado de metales en la región que permita integrar el litio al ecosistema productivo local. “Este mercado facilitaría el acceso a materias primas para las cadenas productivas nacionales, incluyendo a las pymes energéticas que buscan adaptarse a la recarga eléctrica,” explica.

Aprovechar el litio no solo significa extraerlo, sino también industrializarlo para producir baterías. Iniciativas como Y-TEC, el consorcio público-privado que desarrolla la planta de celdas y baterías UniLiB en Buenos Aires, representan un paso adelante en este objetivo.

Sin embargo, el experto consideró que el país debe fomentar la investigación y educación en nanotecnología y almacenamiento de energía para lograr una industrialización sostenible.

“El desarrollo de pymes energéticas adaptadas a la electromovilidad necesita baterías eficientes y de fabricación nacional, lo que reducirá los costos y aumentará la competitividad del sector,” agregó Rutigliano.

La política pública también tiene un papel fundamental. El proyecto de ley 2403/23, que propone la creación de un mercado de metales en Argentina, podría ser el marco normativo necesario para transformar al litio en un recurso estratégico. Este tipo de iniciativas no solo beneficiarán a los productores de baterías, sino también a las pymes energéticas que apuestan por la electrificación.

“Las pymes energéticas podrían convertirse en centros de reciclaje de baterías, cerrando el ciclo de vida de los productos y minimizando el impacto ambiental”, adelantó el entrevistado y agregó que esta visión integrada es clave para asegurar que la transición a la electromovilidad sea verdaderamente sustentable.

Con el litio como motor y una visión estratégica que abarque desde la minería hasta el usuario final, Argentina podría no solo exportar baterías, sino también exportar modelos de sostenibilidad y eficiencia en la electromovilidad.